Bienvenidos a otro post de Supervivencial. En el artículo de hoy hablaremos de la importancia del fuego en la supervivencia, desde lo más básico hasta los conceptos más técnicos, pasando por las diferentes técnicas para iniciar una hoguera, cómo mantener o transportar un fuego o incluso, cuáles son los mejores materiales para ello. 

El fuego y la Supervivencia

Si miramos atrás en la historia, descubrimos que el hombre ha descubierto e inventado cosas realmente maravillosas. Desde los avances en medicina a sofisticados aparatos tecnológicos.

Sin embargo, el descubrimiento por excelencia fue el fuego. Y es que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad.

Con este descubrimiento el ser humano consiguió asustar y controlar a las bestias salvajes, iluminar casas o incluso aldeas enteras, comunicarse con tras personas, cocer diferentes artilugios de barro, fundir metales y por supuesto cocinar alimentos. Por consiguiente, desaparecieron muchas enfermedades humanas asociadas con el consumo de carne cruda o alimentos sin cocinar.

El fuego y la historia

Pero los usos de este elemento tan necesario han sido innumerables, desde forjar metales, calentar nuestro hogar, potabilizar el agua, dominar climas más fríos, amenizar reuniones y fiestas e incluso ser motivo de divinidad y. De hecho, en la supervivencia es considerado uno de los 4 elementos básicos necesarios para sobrevivir. Los otros tres son el agua, el refugio y la comida.

Sin duda es una gran ayuda para sortear diferentes desafíos y mantiene un estado anímico alto, esencial para solventar las más que posibles dificultades. Y es que no hay nada mejor que sentarse en frente de una buena lumbre y caer absorto ante sus llamas.

Así que resulta de gran utilidad conocer en profundidad este elemento y dominar las técnicas para generarlo, mantenerlo y transportarlo. ¿No crees?

¿Cómo preparar una buena hoguera?

Existen muchas definiciones acerca del fuego, pero una perfectamente válida es la siguiente:

¨El fuego es la representación visual del efecto de combustión generando llamas, poder calorífico y luz¨

Así que para que haya una combustión y se produzca la llama, es necesario que haya tres elementos esenciales: oxígeno, combustible y temperatura. Sin ellos no hay fuego.

Antes de nada, recuerda que en España está prohibido realizar ningún tipo de fogata u hoguera en la naturaleza fuera de las áreas establecidas para ello, y en especial en la época de verano por el gran riesgo de incendio. Aunque siempre puedes buscar un buen terreno en el que no haya ningún riesgo y supervisarlo en todo momento.

Bien, una vez elegido el terreno lo primero de todo, será decidir qué tipo de fuego quieres hacer.  Y es que existen multitud de fuegos, así que la mejor elección será siempre en función

¿Qué tipo de fuego será: tipi, inverso, Dakota? La elección de uno u otro dependerá de la finalidad que se le quiera dar: cocinar, calentarse, realizar una señal de emergencia…

Fuego tipi

Una vez decidas su finalidad, lo siguiente será despejar y limpiar el terreno de plantas, hojas secas, ramas o hierbas y recopilar todo el material combustible posible.

Es decir, recoger todo aquello que podamos usarlo como yesca (un nido seco, pequeña hojarasca o incluso algodón) y palos de todos los tamaños, de diferentes tamaños y grosores. La cantidad y la calidad del material que encontremos va a ser muy diferente dependiendo del terreno o condiciones meteorológicas. No es lo mismo buscar madera en un bosque, en una selva o en la montaña ¿A qué no?

Así que es necesario entrenar el ingenio y la creatividad para conseguir ¨soluciones necesarias en situaciones inesperadas¨

Por ejemplo, en las zonas costeras o cercanas a los ríos en necesario revisar a diario la orilla por si la marea o alguna corriente ha traído algún ¨regalo¨ como troncos de madera u otro tipo de materiales que podamos emplear.

Restos de madera en la costa

En otras ocasiones, podemos encontrar otras dificultades extras. Por ejemplo, varios días de intensas lluvias en los que resulta una tarea realmente complicada encontrar madera seca.

No obstante, podemos encontrar madera podrida en el hueco de troncos secos, que podremos usar sin problema para encender una hoguera, arderá bien y será una combustión duradera.

Pero si solo encuentras madera húmeda, puedes coger troncos medianos y pelarlos, es decir, retirarles con un cuchillo la corteza exterior. Tendrás que ir quitando capas hasta que deje de estar húmeda. Después únicamente habrá que partirlo en astillas.

¿Cómo encontrar madera en el desierto?

Cómo imaginas aquí la búsqueda se complica aún más. No solamente por la falta de recursos, sino porque realmente necesitarás un fuego ante las gélidas noches de desierto. ¿Sabes que los bereberes emplean excrementos de camellos? ¿Y los esquimales grasas de foca u otros animales? 

Al final es ser creativo con los materiales que encuentres y siempre teniendo en cuenta que necesitas los 3 componentes necesarios (yesca, combustible y chispa) para iniciar el fuego. Esto es sumamente importante que lo recuerdes en todo momento porque si entiendes la lógica detrás de todo ello, podrás comenzar un fuego donde tú quieras independientemente de los materiales que encuentres. 

Los 3 recursos imprescindibles para hacer fuego

Para comenzar un fuego, debes realizar el proceso de forma gradual. Es decir, primero debes generar la chispa e iniciar el fuego con materiales que arden fácilmente cómo paja, un nido o hierbas secas, por ejemplo. A esto lo denominamos yesca.

Después, añade pequeños palitos para que el fuego coja fuerza y vigorosidad y acto seguido añade maderas más grandes y robustas para aumentar su poder calorífico.

Si omites alguno de estos pasos, tienes altas probabilidades de fracasar. Así que nuestra recomendación es que leas este artículo y lo pongas en práctica siempre que tengas ocasión.

1- ¿Qué tipos de yesca existen?

La yesca es el material seco donde la chispa puede producir la primera llama, por ello tienen que ser materiales que ardan muy rápidamente. Existen yescas naturales (nidos de pájaro, hojas secas, algodón, cáñamo…) y yescas artificiales que podemos elaborar nosotros mismos.

Yesca natural 

Las encontramos directamente en el entorno y no tenemos que tratarlas, sino que las podemos emplear directamente.  Existen multitud de ejemplos: nidos de aves, hierba seca, pelo natural, fibras de tejidos, juncos o los penachos de las cañaveras, las ramitas con resina o el hongo yesquero entre otros.

nido seco pájaro

Nido seco de pájaro tejedor

Éstos son solo algunos ejemplos, así que dependerá de qué tengas a tu alrededor y del poder de tu imaginación. Los musgos y líquenes hechos polvo, también están consideramos como materiales fácilmente incinerables, así que pueden ser una muy buena alternativa.

Yesca artificial 

Puedes elaborar diferentes tipos de yescas de forma artificial para llevar en tu kit de supervivencia, como pastillas de encendido o yesca carbonizada.

Pastillas de encendido

Puedes elaborar artificialmente pastillas de encendido, introduciendo trozos de poliespan en un recipiente con gasolina. El corcho absorberá el combustible y actuará igual que una pastilla de encendido de barbacoas.

Yesca carbonizada

Una de las yescas artificiales más efectivas y eficientes es la yesca carbonizada.

Es un material elaborado normalmente con tejidos de algodón que arde muy fácilmente y se suelen usar en ambientes húmedos, donde resulta muy complicado iniciar la primera llama.

Para elaborarla necesitas tejidos naturales, como seda, lino o algodón, pero no pueden ser sintéticos. El procedimiento consiste en carbonizar sin llegar a quemar totalmente el tejido en un proceso similar al que se sigue con el carbón.

Recipiente con yesca artificial carbonizada

¿Sabes cómo puedes preparar tu propia yesca carbonizada?

1 – Para fabricarla, construye un mini horno con una lata de refresco.

Cortando los dos culos de la lata y encajándolos entre sí.

No olvides realizar unos pequeños orificios en los culos para que salga el gas desprendido.

Introduce un trozo de camiseta u otro tejido similar en tiras no muy anchas, entre 1 y 2 cm y enrollados sobre sí mismo y deja aproximadamente una media hora sobre el fuego.

Una vez pasado ese tiempo, con mucho cuidado abre el mini horno y guarda con cuidado la yesca, en un lugar seco y protegido.

Nunca sabrás cuándo puedes necesitarla, así que mejor almacenarla correctamente. Especialmente si te encuentras en un clima muy húmedo.

2- Selecciona Madera de diferentes tamaños para la combustión

Una vez iniciada la primera llama, debes añadir rápidamente pequeños palos o astillas para ayudar al fuego a coger fuerza y vigorosidad. Lo ideal es que estos palitos no tengan una anchura superior a tu dedo y una longitud aproximada de unos 30 o 40 centímetros.

Existen otro tipo de materiales que pueden ayudar a la combustión, como los materiales resinosos, la madera podrida o los frutos secos.

De hecho, existen frutos secos cómo por ejemplo las nueces, que gracias a su aceite, el fruto seco arde lenta y muy fácilmente. También la corteza del abedul, se ha usado en infinidad de ocasiones como antorcha, ya que se inflama rápido y tiene una duración prolongada.

Ahora que ya tienes las primeras llamas, añade troncos más gruesos. Lo ideal es que el ancho sea como tu muñeca aproximadamente y que recopiles una buena cantidad de ellos.

Así, te aseguras de tener madera cerca disponible, sin que haya riesgo de que se apague el fuego. Si tienes unas brasas potentes, puedes añadir troncos más grandes y gruesos, pero ten cuidado de no ahogarlo. Un tocón de árbol puede tardar mucho en arder, pero te dará muchas horas de luz y calor.

Y si tienes que moverte, ¿Sabes cómo puedes transportar fuego de un lugar a otro?

Seguramente te hayas hecho esta pregunta alguna vez. Pero ¿Por qué nos podría interesarte transportar el fuego?

Imagina que estás en una situación de supervivencia y necesitas trasladarte. Es posible que haya heridos, riesgo de un nuevo accidente o poca visibilidad para los equipos de rescate.

Aunque siempre debes evitar separarte del lugar del accidente, en ocasiones puede inevitable o estrictamente necesario, así que necesitas portar tu fuente de calor contigo.

Y para ello, veremos 2 técnicas diferentes para transportar el fuego: el hongo yesquero y un recipiente artificial.

¿Qué es el hongo yesquero?

Su nombre científico es Fomes fomentarius. Es un hongo parásito que se instala en la corteza de los árboles y los infecta.

Este hongo pudre y mata lentamente al árbol, transformándose de un parásito a un descomponedor. Podemos localizarlo en las zonas húmedas de Europa, Asia, África y América del Norte. Al prender el hongo con una chispa, podemos mantener esa brasa durante horas y volver a iniciarlo nuevamente cuando queramos. Así que un método muy fácil para mover el fuego de un lado a otro.

hongo yesquero fuego

Hongo yesquero

Recipiente artificial para transportar fuego

Puedes coger una lata que lleves en el equipo o alguna que encuentres en el entorno o costa.

En el fondo coloca una capa con materiales yesqueros ligeros, es decir, de fácil combustión.  Y encima coloca cenizas y brasas, para volver a cubrirlo nuevamente con yesca.

En los bordes y laterales, realiza algún agujero para permitir la entrada de oxígeno y la colocación de una cuerda. Esta te permitirá transportarlo sin quemarte y girarlo en el aire para facilitar la entrada de aire.

A este método se le denomina método cometa porque consiste en girarlo en el aire constantemente. Si ves humo, significa que lo estás haciendo bien y la combustión se mantiene. 

3 – Por último, pero no por ello menos importante: La Chispa.

Sin duda es el paso crítico, pues que en determinadas ocasiones (especialmente con clima húmedo) puede resultar una auténtica pesadilla conseguir una simple chispa que inicie el fuego. 

Una muy buena elección es incluir en tu kit de supervivencia un ferroceiro que básicamente es una alineación de metales que produce una gran cantidad de chispas cuando fricciona con una superficie rugosa, por ejemplo, la hoja de tu cuchillo.

Desde Supervivencial siempre recomendamos llevar un ferrocerio porque es mucho más resistente que un mechero, puedes conseguir esa ansiada chispa incluso en los días más lluviosos y en caso de pérdida de la pieza complementaria, siempre puedes utilizar tu cuchillo.

Como ves, el fuego es un elemento totalmente necesario en la supervivencia y hay muchas formas de crearlo y transportarlo. No dudes en seguir aprendiendo a sobrevivir en Supervivencial.

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